La aplicación de calor y frío se considera una medida terapéutica simple y eficaz en el contexto del tratamiento del dolor.
El calor eleva la temperatura del cuerpo y por lo tanto provoca un aumento del flujo sanguíneo y del metabolismo. Relaja los músculos, alivia los calambres y mejora la movilidad del tejido conectivo y las articulaciones. El frío alivia el dolor, reduciendo la velocidad de conducción de los impulsos nerviosos y reduciendo la actividad de los receptores del dolor. El enfriamiento aplicado rápidamente después de la lesión reduce la hinchazón y los moretones.
Thomas Kramer
Director de Producto
Tel.: +49 5207 991688-35
kramer